miércoles, 20 de diciembre de 2017

lunes, 16 de octubre de 2017

TRENCADIS



¿Qué es el trencadís?



El trencadís es un tipo de mosaico cerámico artístico que tiene como peculiaridad que las piezas usadas para su fabricación, provienen de azulejos troceados. La clave de un trencadís de calidad se encuentra en elegir piezas con tamaños similares, ordenadas de forma que parezcan un puzzle en el que todas encajan dejando un pequeño espacio entre pieza y pieza para poder rejuntar. El término de esta técnica de aplicación ornamental del mosaico a partir de fragmentos cerámicos o azulejos, unidos con mortero o argamasa, proviene de la lengua catalana, traduciéndose aproximadamente como “troceado” o “picadillo”.

 El recubrimiento de superficies con trencadís tuvo un gran protagonismo durante el modernismo hacia fines del siglo XIX en Barcelona, España, sobretodo en la obra de Antoni Gaudí (1852 – 1926).   Los orígenes del trencadís como tal se remontan a una anécdota de la vida de Gaudí, que cuenta haber visitado el taller de su colega Lluís Brú y, al ver la baja velocidad a la que colocaban baldosas, tomó una de ellas y una maceta, con la cual destruyó la baldosa, dejando pequeños fragmentos de cerámico. Luego dijo: “A puñados se tienen que poner, si no, no acabaremos nunca.” Los trozos de cerámica luego se aplicaron de esa manera, lo cual inspiró el uso de esta nueva técnica, que luego sería pulida y perfeccionada con los años.


Se considera como primera aplicación pública del trencadís al llamador de la entrada de la finca Güell, parte de los Pabellones Güell, edificados por Gaudí entre 1884 y 1887. De los Pabellones se desprende una de las mayores obras del modernismo catalán, el Parque Güell (Parc Güell en catalán), diseñado por Gaudí por encargo del empresario Eusebi Güell, construído entre 1900 y 1914 e inaugurado como parque público en 1926. Esta obra fue incorporada en 1984 a la Lista del Patrimonio de la Humanidad “Obras de Antoni Gaudí” por Unesco. De sus 17.18 hectáreas de extensión, gran parte de las superficies están cubiertas por trencadís, cuyos diseños y colores se integran con la naturaleza que rodea al Parque, evitando a toda costa los ángulos rectos, incluyendo las columnas, que se encuentran inclinadas al igual que las palmeras que predominan en el ambiente. Cuando Gaudí tomó las riendas de este proyecto, la zona se encontraba deforestada (siendo incluso llamada por el nombre de “Montaña Pelada”), por lo que antes que nada mandó plantar vegetación, escogiendo las especies mediterráneas autóctonas que mejor se adaptarían al terreno, incluyendo pino, algarrobo, ciruelo, lavanda, savia, y como se mencionó, palmera. Los colores que predominan en la obra son el azul, el verde y el amarillo, que para Gaudí simbolizaban Fe, Esperanza y Caridad.
 
Parque Güell, Barcelona
 
 

 
 


Gaudí en varios proyectos necesitaba unos colores brillantes y duraderos al mismo tiempo que se aunaba al desarrollo de unas superficies ondulantes que podían capturar esos brillos y aumentar sus efectos plásticos. Para conseguir esta suma de condiciones usaba cerámica esmaltada. Para conseguir revestir estas superficies de cerámica, Gaudí usaba piezas de rechazo de la fábrica Pujol i Bausis, emplazada en Esplugas de Llobregat, así como otros fragmentos de platos y tazas, vasos…. También utilizó baldosas de cerámica y el mosaico con la técnica del opus tessellatum. El uso de deshechos y su fractura para conseguir tamaños más pequeños posibilitaba que pudiesen ir adaptandose a las superficies curvas, a diferencia de los mosaicos que hasta ese momento buscaban la planeidad.

El arquitecto modernista catalán Josep Maria Jujol (1879-1949) colaboró con Gaudí en algunas de sus obras más representativas como la Casa Batlló, el Parque Güell o la Casa Milá (La Pedrera), aplicando esta interesante, laboriosa y artesana técnica del trencadís. La técnica tradicional empleada por Gaudí y Jujol consistía en seleccionar y romper fragmentos cerámicos para obtener piezas de tamaños uniformes, no superiores a 8 o 10 centímetros, que quedaban unidos con argamasa (un mortero compuesto por cal, arena y agua). No obstante, aunque la cerámica es el material más común para emplear en la realización de esta técnica, también se pueden utilizar perfectamente trozos de vidrio, mármol o piedras.



 
La Pedrera




Casa Batló

 
 
 
 
 
Actualmente el arquitecto Santiago Calatrava utiliza el trencadís principalmente en color blanco para recubrir el exterior de sus obras, siendo un signo distintivo de su arquitectura. Para recubrir las zonas interiores reserva el color azul cobalto. La Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia es un claro ejemplo de ello.
 
 

 



 
 
 
 
 
 
 
 
 
 En la actualidad, el uso de trencadís se ha extendido para la elaboración de cuadros, paneles decorativos o la creación de logotipos.

 
 
 
 







 
 
 
 
 

domingo, 3 de septiembre de 2017

MOSAIQUISMO Y TRENCADIS

SEMINARIO DE MOSAIQUISMO Y TRENCADIS

*MATERIALES INCLUIDOS
*GRUPO MUY REDUCIDO PARA DESARROLLAR CLASE PERSONALIZADA. CUPO LIMITADO
*NO SE REQUIEREN SABERES PREVIOS

qué es la técnica de MOSAIQUISMO?


 Significado e historia


Un mosaico es una obra pictórica elaborada con pequeñas piezas de piedra, cerámica o vidrio de diversas formas y colores, llamadas teselas, unidas mediante yeso u otro aglomerante para formar composiciones decorativas geométricas, figurativas o abstractas. Al mosaico vegetal o mosaico de madera se le llama taracea.
La palabra mosaico proviene del vocablo latino musivum opus, con el que en la Antigua Roma se designaba el revestimiento que decoraba la gruta dedicada a las Musas.  Sin embargo, el origen de estas representaciones artísticas es mucho más remoto.  Algunos historiadores lo sitúan en Mesopotamia donde, en torno al año 3000 a. de C., se edifica el templo de Uruk, cuyas columnas aparecen decoradas con clavos de arcilla coloreada dibujando formas geométricas.



Templo de Uruk

 
Para otros estudiosos, no obstante, su origen es más reciente y lo relacionan con los pavimentos de guijarros de colores que decoraban Gordion, la antigua capital de Frigia, en el siglo VIII a. de C. En el mundo griego fue muy frecuente y desde muy temprano (desde fines del siglo V aC) el pavimento compuesto por guijas de río (piedrecillas chicas que se encuentran en las orillas) de tamaños y de colores distintos. Con estas guijas se hacían dibujos sencillos de temas geométricos. En los pueblos de Castilla y León (en España) han seguido a través de los siglos esta tradición para los patios y zaguanes de las casas. Es lo que llaman enguijarrado.

Fragmento de suelo de mosaico encontrado en la ciudadela de Gordio

Este sistema de pavimentación se ha podido ver claramente en las casas de Olinto (Olynthos), antigua ciudad griega de la región de Macedonia en la península Calcídica, que fue destruida por Filipo II de Macedonia en el año 348, y en las ciudades de Pella y Corinto. Las escenas representadas con estos guijarros suelen ser del mundo marino, del repertorio homérico y del culto a Dioniso.


Mosaico de una casa de Olinto, con una represantación de Belerofonte



Todos los pueblos antiguos hicieron incursión en este arte tanto en la antigüedad clásica como en la de Mesoamérica. En la antigüedad clásica llegó a ser un producto muy elaborado y de gran lujo con la cultura helenística, en que se empezaron a realizar obras más complicadas con temas complejos y episodios de la vida cotidiana y de la mitología. Los materiales empleados también fueron más ricos (mármol, vidrio, ónice).  De todas formas, su máximo apogeo se produjo en Roma y, con posterioridad, en Bizancio.

El arte del mosaico era bastante conocido en toda Grecia hacia el año 400 adC, pero más tarde, en la época helenística, era ya universal. El centro más activo e innovador en la técnica de fabricar mosaicos de esta época se encontraba en la ciudad de Alejandría. Se encontraron mosaicos en los palacios de Demetrio de Falerno y Ptolomeo IV, de finales del siglo III adC.

El escritor y enciclopedista romano Plinio el Viejo (c. 23 d.C.-79), describe al
mosaísta llamado Sosos de Pérgamo como un gran artista que había compuesto entre otros dos mosaicos famosos, que han sido descubiertos y se encuentran en el museo Capitolino de Roma. En uno de ellos, llamado oíkos asórakos (casa sin barrer) puede verse una escena cotidiana en cuyo suelo se aprecian los desperdicios de un banquete. El otro perteneció a la Villa Adriana de Tívoli y se llama mosaico de las palomas. Sosos de Pérgamo hizo en este último el trabajo de un gran profesional; está compuesto con teselas muy pequeñas: sesenta teselas ocupan el espacio de un cm cuadrado.

Sosos de Pérgamo

En Italia se han encontrado muchos mosaicos helenísticos, los más antiguos en la ciudad de Pompeya (en Nápoles). Aquí destaca entre todos los hallados el famoso mosaico de Alejandro Magno que decoraba la Casa del Fauno, una de las más antiguas y aristocráticas de Pompeya.

Mosaico de Alejandro Magno


Se sabe que este mosaico fue una copia de otro original de fines del siglo III aC. Es una verdadera obra de arte, con un tamaño excepcional de 5 por 2,70 metros sin contar los adornos del borde. El tamaño de las teselas es de 2 a 3 cm cada una y el número total asciende a 1.500.000. La obra ha llegado hasta el siglo XXI en estado bastante satisfactorio. Las pérdidas que se pueden apreciar son debidas a los desastres que ocasionó el volcán Vesubio en el año 79 y los anteriores terremotos del año 63. Parece ser que después de estos infortunios se hicieron en aquel entonces ciertas restauraciones con teselas de mayor tamaño, sin ser demasiado fieles al trabajo primitivo.  




 


El mosaico se considera una copia fiel de una de las pinturas más célebres de la Antigüedad llamada La batalla de Alejandro con Darío, obra del pintor Philóxenos de Eretria que la llevó a cabo entre los años 319 y 297 adC. Se tiene documentación gracias a los escritos de Plinio el Viejo. Se trata de la batalla de Issos (o Isos) en Cilicia (Asia Menor), en el año 333 adC. Fue una batalla muy importante en que Alejandro Magno derrotó a Darío III de Persia.

En la escena se ve a Alejandro con la cabeza descubierta y lanza en ristre contra los soldados persas entre los cuales cunde la alarma. Se les ve despavoridos, con gesticulaciones violentas, nerviosos y con gran desorden en sus filas. En el suelo están las armas rotas, los caballos derribados y algunos soldados heridos o muertos. Los colores de este mosaico son: blanco, amarillo, rojo y negro, todos ellos en varios matices.





Temas egipcios


Entre los mosaicos del período helenístico, los temas egipcios son los más abundantes con paisajes, flora y fauna y asuntos nilóticos (del río Nilo). En este sentido, el mosaico más famoso es el llamado mosaico Barberini, encontrado en Palestrina (la antigua ciudad llamada Praeneste, muy cerca de Roma) y conservado en el palacio Barberini de esta ciudad. Se descubrió hacia el año 1600 y decoraba el ábside de uno de los templos del santuario mandado rehacer por el general y político romano, Lucio Cornelio Sila.




palacio Barberini


 












 
 
 
 

 




Expresión Plastica para niños

Taller de Arte para niños desde los 6 años:

DIBUJO (grafitos, carbonillas, tintas)
PINTURA (acuarela, acrílicos, pasteles, lápices acuarelables, tintas, fibrones, collage, etc)
PINTURA CABALLETE
MONOCOPIA
MODELADO
RECICLASO
MANDALAS
ORIGAMI