domingo, 16 de diciembre de 2012


"El Mandala"

 

                por Diana Álvarez

                      Artista Plástica

                           Prof. Sup. Artes Visuales

                           Arteterapeuta junguiana            



¿Qué es un mandala?... la respuesta a esta pregunta me abrió el camino que estoy transitando, en un permanente descubrimiento, en un contacto con un arte diferente... en una búsqueda personal y espiritual...

     


Mandala es un término de origen sánscrito que significa "círculo mágico". Este círculo o "ronda de energía" lleva al encuentro con uno mismo.  Es una expresión de nuestra necesidad innata de totalidad y unidad, es una expresión del microcosmos que se representa dentro de la persona y se revela en las formas, símbolos y los colores presentes y en su contexto combinado. Es como un lente que está enfocado en el interior y refleja cualquier cosa que esté representado en la psiqué... es un reflejo del alma.  El proceso de asimilar y transformar imágenes inconscientes se expresa en símbolos que aparecen durante el desarrollo del mandala. Como dice Jung (1), los mandalas son "una unidad de orden".

Representan el mapa del cosmos: una pequeña muestra totalizadora de la proyección geométrica del mundo. Es esa porción del universo que ocupa nuestro ser, nuestra esencia.


La libertad en la creación va revelando imágenes de la organización interior de la persona, consciente o inconscientemente. Su realización no exige habilidades intelectuales específicas, es una respuesta instantánea, son ejemplos y símbolos de un mundo arquetipal. Según Jung, quien presentó el concepto de mandala a la sociedad occidental a principio del siglo XX, los arquetipos son imágenes primitivas de motivos recurrentes que se encuentran en los mitos y en los cuentos de hadas de la literatura mundial. Son un molde de acción en nuestro inconsciente. El arquetipo es como un plato hondo. Admite distintas comidas, sopas y a todas les da forma, pero no a su sustancia.  Pensar en el arquetipo sin aludir al símbolo es imposible. El símbolo está teñido de vivencias personales, de normativas sociales u otros factores que se nos van presentando en nuestra vida. 




El estilo y significado de cada mandala se explica según la época y la comunidad que lo realiza, pero todos hablan de un orden circular con un centro definido. 
En la cultura egipcia, los mandalas eran utilizados debido a la fuerza que estos transmitían, llenando de energía el lugar y como instrumento de meditación profunda. También se usaban dentro de las casas para atraer la energía o transmutar la negativa en positiva, así como para crear armonía y balance en la morada.
En la civilización China aun en la actualidad, son utilizados para generar abundancia y prosperidad así como para fortalecer la salud.
En tribus indígenas americanas se hacen presentes en coloridos bordados adornados con plumas y animales nativos, el tambor ceremonial de las Machis mapuches, el calendario maya. En algunas tradiciones se empleaban como protección contra los malos espíritus y como una especie de amuleto para promover la valentía y el coraje.
Los nativos Navajo celebraban ceremonias elaboradas, las cuales incluían oraciones y pinturas de arena representando diversos mandalas. Estos no eran permanentes, invocaban a los seres sagrados a la vez que servían como altares provisionales. Se dibujaban dentro de los hogares beneficiando, con cada mandala, no solo a los habitantes de esa casa, sino también a todos los miembros de la tribu.
Los Dogon de Mali poseen una metafórica relación entre el lenguaje y los símbolos, sus complejos mandalas hablan del "huevo de amma" como el vientre que alberga los signos del mundos, de ahí que el mandala mas representativo de esta maravillosa cultura tiene forma ovoide, trazado por una cruz en su interior, la misma divide al mandala en cuatro partes distintas que representan a su vez lo cuatro elementos naturales y los cuatro puntos cardinales. Los Dogon llaman "bummo" (huellas) a todos los elementos presentes en sus mandalas.
Las runas de las tradiciones nórdicas, son contenedoras de diversos símbolos que representan la búsqueda de la armonía en relación con lo interno y lo externo. Representan energías sagradas que hacen referencia a los distintos planos de la conciencia.
  
Existe un punto central, la irradiación de ese punto, el círculo que envuelve al centro y el límite exterior. Estos son los componentes básicos y comunes del mandala.
La forma circular es arquetipal aun en la naturaleza:
* la disposición de los pétalos de la margarita sobre un centro circular
* los anillos anuales de los árboles
* las telarañas
* los ojos
* los círculos que se producen cuando arrojamos una piedra al agua
* las células
* los átomos
* el sistema solar 
* el copo de nieve
* el útero
* los kiwis, las piñas, los pepinos...
* los remolinos, tornados...
Los mandalas se observan en innumerables ubicaciones.  Son los rosetones de las catedrales y los laberintos europeos. En Astrología, no es otra cosa que la carta natal. En Arquitectura, forma la planta en edificios seculares y sagrados.

Desde el punto de vista espiritual, son centros energéticos de equilibrio y purificación que colaboran con la transformación del entorno y de la mente de quien medita en ellos. Para esta cultura, meditar y trabajar la propia evolución sobre la base de sus mandalas, es un elemento esencial para llegar a comprender su lugar en este mundo así como para identificarse con el cosmos y con el infinito.
Carl Jung, utilizó los mandalas en terapias psiquiátricas con el objetivo de alcanzar la búsqueda individual de cada uno de sus pacientes. Jung elaboró una teoría sobre la estructura de la psiquis humana, sosteniendo que los mandalas representan la totalidad de la mente abarcando tanto el conciente como el inconsciente.
Interactuar con ellos es un poderoso instrumento para sanar las fragmentaciones psíquicas y espirituales, ayuda a manifestar la creatividad y a reconectarnos con nuestro ser esencial.
Crear mandalas e interactuar con ellos, ya sea a través de la meditación o con la simple observación, abre puertas hasta el momento desconocidas, dejando que brote de forma libre y natural la sabiduría interior.
La creación de mandalas es una meditación activa que nos conecta con nuestra propia esencia, permitiéndonos expandir la conciencia y mejorar la comunicación con el mundo.
Su minucioso trabajo desarrolla la paciencia y la constancia de una manera progresiva y segura, despertando los sentidos, mostrándonos aspectos propios hasta el momento desconocidos... Quien realiza o medita sobre un mandala, emprende un viaje en el cual descubre que cada parte del mandala forma parte de un todo, que cada parte del universo forma parte de uno mismo, descubriendo de esta forma una integración, un equilibrio unificador.

"Solo se volverá clara tu visión 
cuando puedas mirar 
en tu propio corazón. 
Porque quien mira hacia fuera sueña 
Y quien mira hacia dentro despierta" 
Carl Jung

NOTA:         (1) Carl Gustav Jung  (26 de julio de 1875, Kesswil, cantón de Turgovia, Suiza - 6 de junio de 1961, Küsnacht, cantón de Zúrich) fue un médico psiquiatra, psicólogo y ensayista suizo, figura clave en la etapa inicial del psicoanálisis; posteriormente, fundador de la escuela de psicología analítica, también llamada psicología de los complejos y psicología profunda.


Diana Álvarez

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